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| Via Mr Frank. |
Some weeks ago and thanks to my friend Virginia I discovered this fantastic restaurant and I fell in love with it. The renovation is a work of the young interior designer Alejandra Pombo. The upper floor's vaulted ceilings are visually emphasized with wooden pallets, that give a cottage touch to the place. It is an original fresh and full-of live design a bit eclectic too, because it includes from Eames chairs to wicker bull's heads among its decorations.
My fetish: the PET Lamp by Álvaro Catalán de Ocón that dominates the main entrance. As if its beauty and originality were not enough, its concept and development have turned it into a product with a huge social burden because it is an ecological -lamps come from plastic packaging waste-, handcrafted -they are handmade-, and solidary- they are made by war-displaced Colombian craftsmen.
With all this Mr Frank deserves a visit, don't you think so?
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Hace unas semanas descubrí gracias a mi amiga Virginia este fantástico restaurante y la verdad es que me enamoró. La reforma es obra de la joven arquitecta de interiores Alejandra Pombo. Los techos abovedados de la planta superior se remarcan visualmente mediante palés, que dan un aire cottage al local. Es un diseño original, muy vivo y lleno de luz y un tanto ecléctico, pues incluye entre sus piezas de decoración desde sillas Eames hasta cabezas taurinas de mimbre.
Mi pieza fetiche: la PET Lamp de Álvaro Catalán de Ocón que preside la entrada. Por si no bastara con su belleza y originalidad, su concepto y desarrollo lo han convertido en un producto con una gran carga social pues se trata de un proyecto ecológico, debido a que las lámparas surgen de residuos de botellas de plástico; artesanal, porque estas lámparas son realizadas a mano; y solidario, ya que quienes las fabrican son artesanos colombianos desplazados por la guerra.
Con todo esto Mr Frank merece una visita, ¿no crees?
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